
Mallorca es mucho más que sol y playa: naturaleza, historia, arte… son sólo algunos de los atractivos que tiene la isla para ofrecer a sus visitantes. Y sí, también algunas de las mejores playas del mundo.
PALMA
Los más de dos mil años de vida de la ciudad, desde su fundación por los romanos en el 123 aC, han dudo lugar a una urbe cargada de historia. O mejor dicho, a una sucesión de ciudades, construida una sobre otra, con una gran variedad de estilos arquitectónicos que reflejan la cultura de sus sucesivos ocupantes.
Catedral y museo diocesiano
El monumento más característico de Palma es su catedral gótica consagrada a la Virgen María. Antaño su imponente imagen se reflejaba en el mar, mientras que ahora lo hace en el lago del Parque del Mar. Como todas las catedrales de su época, ha recibido mejoras y reformas a lo largo de los siglos. Una de las más recientes es la de la capilla del Santísimo, con el mural creado por el artista Miquel Barceló.
Junto a la catedral se halla el museo diocesiano (actualmente Museo de Arte Sacro), con interesantes exposiciones de arqueología, cerámica, pintura, etc.
Palacio Real de la Almudaina
Frente a la catedral se halla el palacio de la Almudaina. La fortaleza que fue residencia de los gobernantes musulmanes fue reformada para ser residencia de los reyes de Mallorca y Aragón. Actualmente es de forma oficial la residencia de verano de los reyes de España.
La Almudaina sintetiza la evolución de la propia ciudad dentro de sus muros, con espacios de estilo gótico hasta renacentistas.
Castillo de Bellver
El otro monumento icónico de Palma es el castillo de Bellver, construido en el siglo XIV sobre una colina para servir como residencia de los reyes de Mallorca. Sin embargo, su empleo más habitual a lo largo de la historia ha sido el de prisión: desde época medieval, para encerrar a los familiares y partidarios del fallecido rey Jaime III, hasta la guerra civil, pasando por la Guerra de Sucesión y la de la Independencia.
Es el único castillo de planta circular en España, y el más antiguo de los pocos que hay en Europa. Alberga el museo de historia de Palma, con colecciones que abarcan desde la prehistoria hasta la Edad Media.
Fundació Pilar i Joan Miró
El artista catalán de fama internacional Joan Miró tuvo una importante relación con Palma. De aquí era su esposa, Pilar Juncosa, y en esta ciudad mantuvo su residencia durante mucho tiempo, hasta su muerte en 1983.
En la que fue su residencia privada se construyó la actual Fundación Pilar i Joan Miró, que alberga una de las colecciones más importantes de obras del artista, tanto pinturas como esculturas, dibujos, etc. Además de esto la Fundación acoge talleres, conciertos, exposiciones temporales, y una gran biblioteca.
Museo Fundación Juan March
En la calle San Miguel, muy cerca de la Plaza Mayor, en una casa señorial del siglo XVII reformada al estilo modernista, y que fue en su momento la sede de la Banca March, se ubica el Museo de la Fundación Juan March. Su colección está centrada en artistas españoles del siglo XX, desde las vanguardias hasta finales de siglo, e incluye obras de autores tan conocidos como Dalí, Chillida o Barceló.
El museo organiza también exposiciones temporales, conciertos de cámara, e incluye una biblioteca. La entrada es gratuita.
Pueblo español
Este espacio, diseñado por el importante arquitecto Fernando Chueca en 1965, es un auténtico museo al aire libre concebido como una recreación de las calles y plazas típicas de España, así como sus distintos estilos arquitectónicos. Incluye también réplicas a escala de algunos monumentos característicos.
Es el tercer mayor “pueblo español” del mundo tras los de Barcelona de 1929 y de Bruselas de 1958, y fue concebido desde su inicio como atracción turística. Cuenta con bares y restaurantes, y sus distintos espacios acogen todo tipo de eventos.
SIERRA DE TRAMUNTANA
La sierra de Tramuntana, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2011, es el elemento dominante del paisaje de Mallorca, visible desde toda la isla. Su situación en el norte de la isla, protegiéndola de la fría tramuntana, ha contribuido a modelar la cultura y el paisaje. Se cree que los primeros pobladores de Mallorca llegaron aquí desde la Península Ibérica, al ser visible la Sierra desde sus tierras.
A su sobrecogedora belleza agreste hay que añadir que alberga algunos de los pueblos con encanto más típicos de Mallorca.
Dragonera
En el extremo sur de la sierra de Tramuntana, frente a las costas de Sant Elm, se halla la isla de la Dragonera, de algo más de 3 km de longitud y 500 m en su punto más ancho. Hay vestigios de poblamiento prehistórico. A sus costas llegó, tras un temporal, la flota cristiana de Jaime I para la conquista de Mallorca.
En la pequeña isla se han llegado a construir tres faros (dos de los cuales siguen en servicio) y dos torres de defensa. Hay caminos para visitar estas construcciones y otros puntos de interés.
Valldemossa-Deià-Sóller
Una de las rutas imprescindibles para conocer la isla incluye el triángulo formado por estos tres pueblos. Aunque cada uno de ellos merece una visita pausada, si no tenemos mucho tiempo podemos recorrerlos en un solo día.
El paisaje de Valldemossa está dominado por su conocida cartuja, que acogió a los célebres Chopin y George Sand. Deià, el pueblo de los pintores, es uno de los más internacionales de Mallorca. Como colgado de la montaña asomándose al mar, muchos dicen que su luz es única en el mundo. Siguiendo el itinerario llegamos a Sóller, pueblo protegido entre un escarpado valle cubierto de naranjos.
Santuario de Lluc
En pleno corazón de la sierra de Tramuntana se halla este santuario que acoge la imagen de la Virgen de Lluc, patrona de Mallorca. Se cree que este lugar ya tenía consideración de mágico y sagrado desde la prehistoria.
Lugar de peregrinaje desde hace siglos, el santuario cuenta con una hospedería, y también algunos restaurantes. Su elemento más destacado es su basílica de estilo renacentista, que acoge un museo con piezas arqueológicas y artísticas, y un jardín botánico con más de 200 especies.
Desde el siglo XVI acoge un coro infantil, los populares blauets, el más antiguo de Mallorca, y uno de los más antiguos de España.
Sa Calobra
Uno de los espacios naturales más bellos y espectaculares es Sa Calobra, la desembocadura del torrente de Pareis, que nace cerca de Lluc. Se trata de una cala encajada entre altos acantilados a la que se accede por un túnel.
Su único problema es la masificación en temporada alta, ya que es una visita obligada. Desde 1964, cada verano se celebra el ya tradicional Concert del Torrent de Paris, un recital de música coral.
Formentor (calas y faro)
En el extremo norte de Mallorca se yergue la península de Formentor, un paraje de singular belleza. En el punto más alto de la ruta de acceso encontramos el mirador de Es Colomer, un balcón privilegiado sobre el Mediterráneo. Al final de una estrecha y serpenteante carretera se alza el faro de Formentor, un prodigio de la ingeniería en el momento de su construcción, en 1857, por lo difícil del terreno.
A uno y otro lado de esta península podremos encontrar playas de arena y calas de rocas, como la playa de Formentor, Cala Murta o Cala Figuera.
NORTE
El norte de la isla está dominado por dos bahías: la de Pollensa, algo menor, y la de Alcudia, de mayor tamaño, y donde han crecido núcleos turísticos de primer nivel como Puerto de Alcudia, Playa de Muro y Can Picafort, entre otros.
La tramuntana y las corrientes han moldeado grandes arenales que en días de viento son un pequeño paraíso para los practicantes del windsurf, kitesurf y otras disciplinas parecidas. En los días de calma (los más durante el verano) son un destino privilegiado para todo tipo de visitantes, sobre todo familias.
Alcudia
Esta localidad del norte de Mallorca es en sí misma todo un lugar que visitar. Levantada sobre la Pollentia romana, las ruinas de esta antigua ciudad son de obligada visita. Pero el actual casco histórico no desmerece su pasado. Adecuadamente restaurada, un paseo por Alcudia y sus murallas nos revela la antigua ciudad medieval y renacentista.
Pegado a Alcudia está la Península del Cap del Pinar, con multitud de calas y playas de todos los tamaños: Alcanada, la playa de Sant Joan, Es Barcarés…
Finca pública de Son Real
Esta finca pública cercana a Can Picafort es una muestra del gran patrimonio arqueológico y etnográfico de Mallorca. Incluye un pequeño museo y centro de interpretación sobre los hallazgos realizados en la finca, y sobre su funcionamiento como finca agrícola durante siglos.
Junto a la playa se halla la gran necrópolis llamada Cementerio de los Fenicios, aunque realmente se remonta al periodo talayótico. Recorriendo los itinerarios propuestos podremos conocer también los ecosistemas típicos de Mallorca, y recrearnos en su fauna y flora desde distintos puntos de observación.
Parque Natural de s’Albufera de Mallorca
La albufera de Mallorca es el principal humedal de la isla, y fue declarada Parque Natural en 1988. En sus más de 2000 Ha de extensión podremos encontrar decenas de especies de mamíferos, y cientos de hongos, invertebrados y aves. Aquí podremos encontrar tanto especies autóctonas como migratorias, que pasan el invierno en la albufera o lo usan sólo como punto de paso entre África y Europa.
El parque cuenta con oficina de información y centro de interpretación, itinerarios marcados, y plataformas de observación de aves.
LEVANTE
El levante de Mallorca abarca desde la Península de la Sierra de Levante hasta casi el extremo sur de la isla. Tanto el tipo de suelo como la meteorología han modelado relieves muy distintos de los grandes arenales del norte y el sur. Aquí abundan pequeñas calas y playas, súbitas elevaciones del terreno, y espectaculares conjuntos de cuevas.
Castillo de Capdepera
En una de esas elevaciones, el Puig de Capdepera, de 159 m de altura, se comenzó a construir en el año 1300 este llamado castillo, pero que es más bien un pueblo amurallado con más de un centenar de casas. Contiene una iglesia en la que se conserva una talla gótica de Cristo en madera de naranjo.
La visita al castillo de Capdepera puede completarse con otra a la cercana torre de Canyamel, parte del sistema de vigilancia y defensa de la costa que estuvo vigente hasta bien entrado el siglo XVII.
Cuevas del Drach
Este complejo de grutas en parte sumergidas, y con uno de los mayores lagos subterráneos del mundo, es un auténtico regalo de la naturaleza. Conocidas en parte desde tiempos inmemoriales, una afortunada coincidencia a finales del siglo XIX permitió descubrir zonas nunca antes vistas por un ser humano.
Tras varios años de trabajos, la actual entrada se abrió en 1929. Desde 1931 se ofrecen los conciertos en el lago, complementados desde 1935 por un espectacular juego de luces que simula un amanecer.
SUR
La costa sur de Mallorca está dominada principalmente por playas de arena de pendiente suave, en ocasiones protegidas por roquedales. Protegidas de la tramuntana, proporcionan unas magníficas condiciones de baño, por lo que son un destino muy apreciado por el turismo familiar. A su alrededor se han construido grandes complejos, pero aún quedan algunas playas y calas vírgenes que vale la pena visitar.
Playa s’Amarador y Parque Natural de Cala Mondragó
Se trata de un espacio natural de 750 Ha, declarado Parque Natural en 1992. Cuenta con diversos ecosistemas: desde pinar y encinar hasta humedales, pasando por sistemas dunares. Alberga sobre todo una gran cantidad de especies de aves, y también de pequeños mamíferos.
Cuenta con varias playas, siendo s’Amarador la mayor de ellas, conservada prácticamente virgen. El parque dispone también de un pequeño hotel y un restaurante para dar servicio a sus visitantes.
Es Trenc
Esta playa constituye el último gran arenal virgen de Mallorca. Su arena es blanca y fina, y las aguas son cristalinas. Frecuentemente es comparada con las playas del Caribe. Desde hace muchos años se ha convertido en uno de los principales destinos para la práctica del nudismo.
Para preservar su estado natural se han ido restringiendo los servicios ofrecidos en la playa, lo que hace que su visita sea algo incómoda por las dificultades de acceso y falta de instalaciones. Aún así, es un lugar paradisíaco digno de visitar.
Playa de Palma
Si Es Trenc es el paradigma de playa virgen, Playa de Palma lo es de la playa urbanizada. Siendo la primera zona descubierta por el turismo de masas en los años 50 y 60, se levantaron hoteles en primera línea de playa que llegaron a amenazar su existencia.
Una mejor ordenación ha permitido que la playa se regenere, y actualmente es una buena combinación de arena y aguas bastante limpias, junto a instalaciones de turismo y ocio de primer nivel, lo que la hace uno de los destinos preferidos de visitantes de todo el mundo.
INTERIOR
Puig de Randa
A medio camino entre el sur de la isla y el corazón de Mallorca tenemos esta colina de 543 m de altura. Desde aquí se puede contemplar gran parte de la isla. En su cima se halla también el santuario de Cura, un antiguo monasterio donde, según la leyenda, recibió la iluminación el beato Ramón Llull. Además del monasterio hay una hospedería y un restaurante.