
Cala d’Or; centro neurálgico del turismo en el Levante de Mallorca
El tiempo en Cala d’Or
Descripción
Cala d’Or es una localidad y núcleo turístico del sureste de Mallorca, perteneciente en su mayor parte al municipio de Santanyí. La urbanización fue planificada y construida a partir de los años 30. Hasta entonces sólo existía un pequeño puerto pesquero y una fortaleza costera abandonada desde mediados del s.XIX.
Es uno de los núcleos turísticos más antiguos e importantes de Mallorca, pero con un carácter y diseño muy particular
Desde su creación la urbanización prácticamente ha multiplicado por 10 su población, hasta cerca de los 4000 habitantes actuales, lo que convierte a Cala d’Or en el mayor núcleo urbano del municipio de Santanyí. En verano la población se duplica al disponer de unas 4500 plazas turísticas.
Cala d’Or está dividida en tres barrios: el propio centro de Cala d’Or, la urbanización original; la urbanización de Cala Ferrera, al norte, que pertenece al término municipal de Felanitx; y al sur, Cala Egos.
La costa de Cala d’Or es la típica del sudeste de Mallorca
Calas protegidas por acantilados rocosos de escasa altura y al fondo de las cuales se forman pequeñas playas de arena. Algunas de las calas y playas más pintorescas de Mallorca se encuentran en esta zona, y contamos con excelentes miradores desde los que recrearse en la belleza de esta parte de la costa mallorquina.
Cala d’Or ofrece una experiencia de vacaciones para todos los gustos
Familias con niños tienen a su disposición playas de aguas tranquilas y parque de atracciones para los más pequeños. Las parejas pueden encontrar románticos espacios donde compartir momentos especiales. Los aficionados a la navegación disponen de uno de los mejores puertos deportivos de Mallorca.
Para los aficionados al ciclismo o a los deportes náuticos
El entorno de Cala d’Or y sus instalaciones les proporcionan un marco incomparable para su hobby. Finalmente, los amantes de la naturaleza y el senderismo o curiosos de la historia local encontrarán satisfecha su curiosidad con el parque natural de Mondragó y diferentes edificios de interés histórico y cultural.

Cómo llegar a Cala d’Or
Cala d’Or se encuentra a poco más de 60 Km de Palma, y a algo menos desde el aeropuerto
Para llegar desde Palma:
- tomaremos la autopista Ma-19 siguiendo las indicaciones hacia Campos/Santanyí/Felanitx. Cuando lleguemos a Campos podremos elegir ir a Cala d’Or por Felanitx o por Santanyí, la distancia es prácticamente la misma
- En el primer caso no tenemos más que seguir las indicaciones hacia Felanitx, y en la rotonda de entrada a ese pueblo ya encontraremos las indicaciones para seguir hacia Cala d’Or. Cruzaremos el pequeño pueblo de Calonge y ya sólo nos quedará llegar a Cala d’Or
Si decidimos ir por Santanyí:
- al llegar a Campos cruzaremos el pueblo siguiendo la Ma-19 y al llegar a Santanyí seguiremos las indicaciones hacia Cala d’Or. Antes atravesaremos la aldea de l’Alqueria Blanca y Calonge, pero el camino está perfectamente señalizado
Si nos hallamos en el norte o levante de Mallorca:
- lo mejor es dirigirse a Manacor y desde allí tomar la Ma-14 hacia Felanitx, y a partir de ahí seguir las indicaciones hacia Cala d’Or
En Cala d’Or hay varios aparcamientos públicos por lo que no deberíamos tener muchos problemas para aparcar nuestro coche.
Si optamos por el transporte público
Cala d’Or tiene buenas conexiones con el resto de la isla.
- La línea A51 conecta directamente Cala d’Or con el aeropuerto pasando por s’Arenal
- La línea 501 comunica Cala d’Or con Palma pasando por, entre otros, Santanyí, Campos y Llucmajor
- En la zona del levante tenemos la línea 425 desde Manacor, y la 441 desde Cala Ratjada
- En verano desde la zona norte tenemos la línea 449, que llega hasta Puerto de Alcudia y Puerto de Pollensa, entre otros destinos
- La línea 453, también en los meses de verano, comunica Cala d’Or con la Sierra de Tramuntana, llegando hasta Valldemossa, Deià, Sóller, etc
Como curiosidad, también en verano hay varias líneas para visitar desde Cala d’Or algunos de los mercados más populares de Mallorca
- Los lunes la línea 841B nos acerca a Manacor
- y los jueves podemos visitar el mercado de Inca tomando la 831C
Actividades
La principal cala de Cala d’Or es la llamada Cala Gran, una concurrida playa de arena. Siguiendo hacia el noreste nos encontramos con la segunda mayor cala: Cala Esmeralda, también conocida como Es Caló des Corral. Separada de ésta por la Punta Grossa nos topamos con una amplia bocana que da paso a dos calas: Cala Ferrera y Cala Serena, situadas ya en el municipio de Felanitx.

Al oeste de Cala Gran nos encontramos con la auténtica playa de Cala d’Or: Cala Petita, también conocida como Es Caló de ses Dones. A continuación tenemos la antigua Cala Llonga, un entrante de mar de más de un kilómetro y que fue aprovechado para construir la Marina de Cala d’Or. En la bocana de esta cala se halla un pequeño entrante que forma el Caló (o Caleta) des Pou.

Rodeando la punta sobre la que está construido Es Fortí, ya en la zona de Cala Egos, está situada la pequeña Cala Es Fortí. Y finalmente, más al oeste, nos encontramos la propia Cala Egos, con su playa de arena y su piscina natural de rocas.

La tranquilidad de las aguas de las distintas playas de Cala d’Or hacen que estas sean un lugar perfecto para las vacaciones familiares
Muchas de ellas cuentan además con accesos habilitados para personas con movilidad reducida. Estas facilidades unido a los servicios con los que cuentan la mayoría hacen que la afluencia de visitantes sea algo alta y el ambiente, bullicioso. También hay varias empresas que organizan recorridos en catamarán por la costa, para así poder admirar estos parajes desde una nueva perspectiva.
Los aficionados al buceo tienen en Cala d’Or un magnífico punto donde disfrutar de esta actividad
La claridad y limpieza de sus aguas, así como la variedad de fondos marinos, proporciona a los aficionados al snorkel y al submarinismo una experiencia increíble. Si tenemos cierta experiencia hay muchos puntos de inmersión cercanos a Cala d’Or con diversas profundidades y niveles de dificultad. Y si aún no nos hemos iniciado en este deporte, contamos con varias escuelas de buceo para ello.
Cala d’Or también es un buen destino para un viaje romántico en pareja
Las playas más concurridas se alternan con otras pequeñas y algo más recónditas donde encontrar algo de tranquilidad. Y una vez fuera del agua podemos disfrutar de un rato de relax o de una velada romántica en alguno de los bares o restaurantes de la zona. También contamos con zonas comerciales donde se mezclan las tiendas de firmas internacionales con pequeñas tiendas de artesanía y productos locales. Podemos rematar esas veladas realizando nuestras compras en los mercadillos nocturnos de los jueves en Cala Egos y los domingos en el centro de Cala d’Or.
Los amantes de la navegación también tienen en Cala d’Or un excelente destino de vacaciones
El puerto deportivo (dividido en dos zonas: Port Petit y Porto Carí) se beneficia de la protección natural, y además de un dique de abrigo que protege el fondo de los temporales de levante. Cuenta con una gran variedad de servicios (mecánica, pintura, etc.), lo que unido al buen número de comercios y restaurantes lo convierten en uno de los más lujosos de Mallorca, al nivel de los de Palma, Andratx y Port Adriano. En el litoral cercano podemos disfrutar de algunas de las mejores calas de Mallorca para fondear nuestra embarcación.

Naturaleza y cultura
Para los amantes de la naturaleza es obligada la visita al Parque Natural de Mondragó, a apenas 4 Km de Cala d’Or
Se puede llegar en coche y realizar luego las rutas dentro del parque, pero también se puede ir a pie. En los meses de verano la línea 507 conecta Cala d’Or con el parque natural. Además de varias playas vírgenes el parque cuenta con 766 Ha de extensión donde se alternan áreas totalmente naturales con otras modeladas por actividades humanas milenarias y tradicionales.
Si somos practicantes del senderismo tenemos varias rutas para recorrer diferentes entornos cercanos a Cala d’Or
Podemos empezar por recorrer todas sus calas, acercarnos hasta Mondragó y luego Portopetro, o tomar la dirección contraria y dirigirnos a Portocolom.

Para los aficionados al ciclismo Cala d’Or es un excelente punto de salida para numerosas rutas
Las carreteras que transitan por la costa ofrecen una experiencia más relajada, pudiendo además hacer parada en algunas de las calas más bonitas del litoral de Mallorca. Las rutas de interior ofrecen una mayor dificultad técnica. El ascenso al cercano santuario de Sant Salvador, junto a Felanitx, o al algo más lejano, el puig de Randa, cerca de Llucmajor, ofrecen una pequeña experiencia de ruta de montaña.
Finalmente, los municipios vecinos de Santanyí y Felanitx ofrecen magníficas oportunidades de realizar rutas de turismo cultural
Estas tierras fueron habitadas desde tiempos prehistóricos y pueden visitarse yacimientos de las épocas pretalayótica y talayótica (Edad de Bronce), como las Talaies de Can Jordi, a apenas 11 Km de Cala d’Or. Más cercano, junto a s’Alqueria Blanca, está el santuario de la Consolació, de al menos 400 años de antigüedad, convertido ahora en albergue y desde donde se pueden disfrutar unas excepcionales vistas de la costa este de Mallorca.
Junto a Felanitx está el imponente santuario de San Salvador, con su iglesia de principios del s.XVIII
Y que también ofrece unas espectaculares vistas del levante de la isla. Cerca del santuario se alza el castillo de Santueri, uno de los tres castillos roqueros de Mallorca. Es de propiedad privada desde 1811, por lo que el acceso es de pago. Entre 2010 y 2011 se realizó una importante restauración del castillo. También se pueden visitar varias torres de defensa de los siglos XVI y XVII. En la misma Cala d’Or está el Fortí, una fortaleza construida en 1730 y que después de décadas de abandono fue restaurada en 1995, utilizándose como centro cultural para conciertos, exposiciones y otros actos. También es un magnífico mirador desde donde recrearse en los paisajes cercanos a Cala d’Or.

Restaurantes
La oferta gastronómica de Cala d’Or es tan variada y de tanta calidad que es difícil elegir
- Sin embargo, uno de los imprescindibles es el Port Petit, especializado en comida mediterránea. Dispone tanto de carta como de menús gourmet ofrecidos en un entorno sofisticado y con excelentes vistas al puerto
- En el otro extremo de la sofisticación, las tapas, podemos visitar el Churchills Tapas Bar. Excelente servicio, gran ambiente, sobre todo por la noche, y excelente comida. Una de las mejores experiencias culinarias de Cala d’Or

- A mitad de camino (gastronómicamente hablando) de los dos anteriores encontraremos el Yaya’s, otro excelente restaurante situado en la zona del Port Petit, en la Marina de Cala d’Or. Nos ofrece una experiencia de fusión de cocinas internacionales en forma de tapas. Eso sí, para paladares atrevidos
- Si somos de gusto más tradicional sin duda una excelente elección será el restaurante-pizzería Da Marcello. Auténtica comida italiana, destacan sus excelentes pizzas, todo ello con un exquisito y atento servicio
- Finalmente, si lo que buscamos es una opción económica pero sin renunciar a la calidad, sin duda nuestra elección es la Cafetería Marfil. Carta muy variada, para todos los gustos, sin sofisticaciones, y raciones generosas a buen precio. Servicio muy ágil y excelente trato. Una apuesta segura para ir en familia o con amigos
Alojamiento
Como destino turístico de referencia, Cala d’Or ofrece una gran variedad de alojamientos turísticos
Desde hostales para viajeros más informales hasta hoteles de cinco estrellas para el amante del lujo, o exclusivas villas para el visitante más exigente, cualquier turista encontrará su lugar en Cala d’Or.
- Pero para hablar de hoteles en Cala d’Or es imprescindible comenzar por el principio, y el principio fue el Hotel Cala d’Or, fundado en 1935 por Médard Verburgh y situado en la Avda. de Bélgica, recordando la nacionalidad de su fundador. Actualmente es un cuatro estrellas con una situación inmejorable en primera línea de playa, con parking para clientes, tres restaurantes y todos los servicios para disfrutar de una estancia cómoda e inolvidable.
- Si buscamos lujo de verdad entonces hablamos del Meliá Cala d’Or Boutique Hotel. Habitaciones, instalaciones y servicios de lujo, un paraíso dentro de otro paraíso. Dos piscinas en medio de espectaculares jardines, spa, dos restaurantes y un exclusivo bar, todo ello capaz de colmar las expectativas más altas. Y situado a unos pocos minutos de las principales playas de Cala d’Or.
- Más pensado para familias es el Barceló Ponent Playa, un tres estrellas situado en Cala Ferrera, en una ubicación privilegiada con acceso directo a la playa, en la que tiene ubicado además uno de sus bares. Muy buena relación calidad-precio, excelente trato, y gran servicio de animación, tanto para mayores como para niños, para disfrutar al máximo de la estancia.
- Si preferimos una experiencia más independiente una buena opción son los apartahoteles como Sol Cala d’Or Apartamentos, un complejo de tres estrellas con todas las comodidades para que nos sintamos como en casa. Habitaciones totalmente equipadas, espectacular piscina rodeada de jardines, solárium, supermercado, parque infantil… y todo ello en una excelente ubicación cerca del centro de Cala d’Or, a muy pocos minutos de sus playas y sus zonas comerciales.
- Y si lo que buscamos es un alojamiento sencillo pero familiar, una magnífica opción es el Hostal Mistral. Situado en el centro de Cala d’Or, dispone de habitaciones amplias y luminosas, y sobre todo destaca por el trato familiar y cercano de sus propietarios.
Descubre las calas de Cala d’Or
Historia de Cala d’Or
Prehistoria y Antigüedad
Los municipios de Felanitx y Santanyí, donde se asienta Cala d’Or, contienen numerosos restos arqueológicos de las épocas talayótica y pretalayótica. Junto a la carretera de acceso a Cala d’Or, en el paraje conocido como s’Antigor de ses Roquisses, se hallaron restos de construcciones del periodo talayótico, así como restos cerámicos de periodos posteriores.
Cala Llonga constituye un magnífico puerto natural que ya era usado por fenicios y cartagineses. En sus proximidades han aparecido restos de cerámica de origen indígena, fenicio, cartaginés, y posteriormente romano, lo que indica que fue una zona muy frecuentada por mercaderes de todo el Mediterráneo.
Cerca de Santanyí, en Ses Salines, fue donde desembarcaron las tropas romanas en el 123 aC. En poco tiempo conquistaron toda Mallorca y la población local asimiló rápidamente la cultura romana. En Son Danús Nou, cerca de Santanyí y a apenas 10 Km de Cala d’Or, hay vestigios de tumbas romanas junto a restos de la época talayótica. Sin embargo no se conservan grandes estructuras, ya que fueron usadas en periodos posteriores.
Edad media y Reconquista
Durante la época musulmana la zona de Cala d’Or perteneció al distrito de Manaqur. Los árabes trajeron grandes innovaciones en la agricultura y contribuyeron a la dispersión de la población en alquerías. Esto contribuyó a cierto abandono de los terrenos más cercanos a la costa por su bajo rendimiento agrícola. Así, las calas de Cala d’Or quedaron reducidas a pequeños puertos de pescadores que vivían en las aldeas de tierra adentro.
Después de la conquista por parte de Jaime I las tierras de esta comarca fueron concedidas a Nunó Sanç, príncipe de la Casa de Aragón y conde del Rosellón y la Cerdaña. Durante este tiempo no hubo cambios en la forma de vida en estas tierras, que siguieron siendo básicamente agrícolas. Fue en esta época cuando se construyeron santuarios en las montañas cercanas de Sant Salvador y Consolación. A partir del s.XVI se incrementaron los ataques de piratas, tanto berberiscos como otomanos, lo que creó la necesidad de construir torres de defensa a lo largo de la costa.
Edad Moderna
La costa de Cala d’Or volvió a conocer la guerra en 1715, cuando el ejército borbónico, unos 12.000 hombres dirigidos por Claude François Bidal d’Asfeld, conocido popularmente como caballero d’Asfeld, desembarcó en Cala Llonga, Cala Ferrera y Cala Figuera para poner fin a la última resistencia austracista en la Guerra de Sucesión. Se enfrentaron a una pequeña fuerza en Calonge para dirigirse luego a Alcudia, en aquella época la segunda mayor ciudad de Mallorca, y finalmente rendir Palma, la capital.
Pocos años después, en 1730, Felipe V mandó construir una fortaleza junto a la bocana de Cala Llonga, conocida como Es Fortí. En 1755 un terremoto y el posterior tsunami, que llegó unos 2 Km tierra adentro, la destruyeron. Sin embargo, dada su importancia estratégica fue reconstruida en 1793. A finales del siglo XIX ya había caído en desuso y fue subastada. Fue declarada Bien de Interés Cultural pero no se le hizo ningún mantenimiento, por lo que sufrió un progresivo deterioro hasta amenazar ruina. No fue hasta 1995 que fue restaurada y actualmente sirve como centro cultural y la explanada sobre la que se asienta, como magnífico mirador sobre el Mediterráneo.
Siglo XX
En 1932 el ibicenco Josep Costa Ferrer adquirió los terrenos comprendidos entre Cala Gran y Cala Llonga, los parceló y edificó, y ofreció a amigos suyos que estableciesen ahí su residencia de verano. Las casas se construyeron al estilo ibicenco: volúmenes cuadrados, de baja altura, y pintadas de blanco. Una pequeña recreación de la Ibiza natal del promotor, y ese estilo distintivo se ha seguido conservando en las sucesivas ampliaciones de la urbanización.
El nombre popular de la zona donde se edificó la urbanización era Ses Puntetes, pero fue rebautizada a Cala d’Hort porque a su promotor la zona le recordaba a un arroyo con ese nombre en Sant Josep de sa Talaia, en Ibiza. Pero al poco tiempo el lugar empezó a ser llamado Cala d’Or.
El círculo de amistades de Costa Ferrer incluía muchos artistas y gente relacionada con el mundo del espectáculo
Entre otros estaban el pintor modernista Anglada Camarasa (ya vinculado a Mallorca, residente en aquella época en Cala San Vicente); el escenógrafo del Liceo de Barcelona, Olegari Junyent; el productor de cine Ramón Balet; la diseñadora, productora y guionista Natacha Rambova, ex mujer de la estrella del cine mudo Rodolfo Valentino. Poco después se unió a este grupo el pintor belga Médard Verburgh, quien inauguró en 1935 el Hotel Cala d’Or, el tercero más antiguo de Mallorca aún en funcionamiento.
Con esto Cala d’Or se unió a otros destino de Mallorca para iniciar una incipiente industria turística. Los estragos de la Guerra Civil, la II Guerra Mundial y la dura posguerra frenaron todo este desarrollo, que no se recuperó en parte hasta los años 50. Josep Costa donó unos terrenos para la construcción de la iglesia de Santa María del Mar, construida una vez más siguiendo los patrones de la arquitectura tradicional ibicenca.
En los años 60, durante el llamado Desarrollismo, el núcleo que había crecido junto a Cala Llonga, Cala Gran y Cala Petita creció hacia el norte con la construcción de la urbanización de Cala Ferrera. Más adelante, en los años 70, creció hacia el sur, hasta la zona de Cala Egos, pero siempre respetando el estilo original con el que se planificó: bloques blancos de baja altura que no destacasen exageradamente sobre el paisaje. También conservó el ambiente de lugar favorito para artistas, acogiendo los veraneos de figuras como Joan Manuel Serrat, Camilo Sesto o Rita Pavone.
Desde entonces el núcleo no ha crecido en extensión, aunque sí ha aumentado su densidad de población. Gracias a su entorno y al tipo de establecimientos el núcleo de Cala d’Or es uno de los destinos más representativos de Mallorca para el turismo familiar, y también para el de lujo y compras, más vinculado a su magnífico puerto deportivo.