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Port de Sóller

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Port de Sóller; la puerta al mar del corazón de la Sierra de Tramuntana

El tiempo en Port de Sóller

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Introducción

Port de Sóller es una pequeña localidad de la costa de Mallorca, justo en el centro de la Sierra de Tramuntana, que cuenta con poco más de 2500 habitantes

Construida alrededor de una bahía que supone un excelente puerto natural, se halla a sólo 3 km de Sóller, que con 12.000 habitantes es la auténtica capital de la Tramuntana.

El particular microclima del valle de Sóller lo hizo especialmente propicio para el cultivo de cítricos desde la época islámica, cosa que se ha mantenido hasta la actualidad

El aislamiento del valle por su difícil conexión con el resto de la isla marcó el carácter de Sóller y sus habitantes incluso hasta la actualidad.

Desde el siglo XVIII el Port de Sóller mantuvo una estrecha relación comercial con Francia, exportando cítricos y otros productos de las huertas del valle

Al mismo tiempo no pocos franceses se establecieron aquí, dejando su huella en el idioma, ciertas costumbres e incluso en la arquitectura local. Hoy en día siguen siendo muchas las familias de Sóller que mantienen vínculos con Francia.

El advenimiento del turismo en la década de 1920, junto con las mejoras en las comunicaciones (carreteras, y principalmente el tren, a través de un túnel) rompieron el secular aislamiento del valle de Sóller

Aún así, se sigue manteniendo como una localidad costera con un carácter único, viviendo a caballo entre el mar y las imponentes montañas que la separan del resto de la isla.

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Cómo llegar a Port de Sóller

El tradicional aislamiento de Sóller y su puerto se rompió con la construcción de una moderna carretera en los años 20 del siglo pasado, progresivamente mejorada, y con la inauguración del ferrocarril, aún en uso, en 1912. La apertura del túnel de Sóller en 1997 acercó más aún esta comarca al resto de la isla, acortando mucho el trayecto al ahorrar la subida al Coll de Sóller.

Cómo llegar a Port de Sóller en coche

Abrir ruta en GPS

  • Desde Palma, el camino más directo es tomar la carretera Ma-11 en dirección a Sóller, y una vez allí seguir las indicaciones hacia el Port de Sóller.

Aunque el túnel nos ahorra mucho tiempo de ruta, tenemos la opción de tomar la antigua carretera del Coll de Sóller

Con sus míticas 62 curvas, muchas de ellas de 180º, y recrearnos con las vistas que ofrece, al valle de Sóller por un lado, y al Pla de Mallorca por el otro.

  • Desde el resto de la isla la opción más rápida es enlazar con la autopista Ma-13 para tomar luego la salida 8, en dirección a Bunyola. A partir de ahí seguiremos las indicaciones hacia Sóller.
  • Una alternativa más larga, pero muy pintoresca, es dirigirnos a Inca, y seguir las indicaciones hacia Lluc. Cruzaremos los pueblos de Selva y Caimari, y una vez en las montañas, en el desvío hacia el monasterio de Lluc, no tendremos más que seguir las indicaciones hacia Sóller. Pasaremos junto a los embalses de Cúber y el Gorg Blau, y podremos recrearnos en los espectaculares parajes de la Sierra de Tramuntana.
  • Finalmente, otra posibilidad, si nos hallamos en el norte de Mallorca, pasa por dirigirnos a Pollensa, y tomar la Ma-10 en dirección a Lluc. Sólo tendremos que seguir las indicaciones hacia Sóller, y luego hacia el Port de Sóller.

Cómo llegar a Port de Sóller en transporte público

Desde Palma:

Sin embargo, la alternativa más turística es tomar el tren de Sóller, el tradicional tren de madera, y a continuación subirnos al tranvía que baja hasta el Port de Sóller.

Cómo llegar a Port de Sóller en barco

Port de Sóller cuenta con su propio puerto deportivo, la Marina Tramontana. Dispone de más de 160 amarres para transeúntes, con capacidad para albergar barcos con esloras desde los 2 a los 35 metros.

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Actividades

La primera actividad típica que podemos realizar en el Port de Sóller es llegar en el tradicional tranvía después de haber realizado el viaje de Palma a Sóller en tren. El traqueteo de los vagones mientras cruzamos huertos de naranjos en dirección al mar es una experiencia única.

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La playa den Repic es un arenal de aguas tranquilas con todos los servicios para disfrutarla cómodamente, ya sea con amigos o en familia

Aquí podremos practicar diferentes actividades acuáticas: desde darnos un simple chapuzón, explorar el fondo marino cercano haciendo snorkel, contratar salidas de buceo o paseos en SUP o kayak.

Ver playa d’en Repic

Cerca del puerto deportivo se halla la zona urbana más antigua del Port de Sóller

Podremos recorrer sus calles empedradas y descubrir la peculiar arquitectura local, marcada por el terreno y por la influencia del comercio con Francia.

En esta misma zona encontraremos el Museo del Mar, ubicado en el antiguo oratorio de Santa Catalina de Alejandría. En sus exposiciones descubriremos detalles sobre las actividades marítimas de la historia de Mallorca, información sobre pecios hundidos en sus aguas, o el arte de la construcción de los tradicionales llaüts.

A unos 200 m del Museo del Mar están los faros de Sa Creu. El antiguo, de 1864, está situado muy cerca de un bufador (una chimenea de roca) que en días de temporal lanza columnas de agua de hasta 30 m de altura sobre el faro. Esto hizo que se construyese uno nuevo algo más tierra adentro, que fue puesto en servicio en 1945 y es el que está aún en funcionamiento.

Al otro lado de la bahía se halla el faro de Cap Gros, construido en 1859

Los dos faros del Port de Sóller fueron los primeros electrificados de Baleares, pero lo precario de la línea eléctrica obligaba a encender casi cada día las lámparas de emergencia.

A unos 3 km del centro de Port de Sóller encontramos la Torre Picada, una torre de vigía construida en 1622 para alertar de la presencia de corsarios y piratas

Formaba parte del sistema de torres de vigía que se construyeron en toda la costa mallorquina en los siglos XVI y XVII, y que mediante hogueras en sus tejados informaban de las amenazas. La torre estuvo en servicio hasta el siglo XIX, para vigilar el contrabando, y se halla en buen estado de conservación. Desde el terreno donde se asienta se disfruta de una magnífica vista del litoral sollerense.

Estando en pleno corazón de la Sierra de Tramuntana, el Port de Sóller es ideal para la práctica del senderismo, con un buen número de rutas que pasan por aquí

  • Ruta 1: vuelta por el Cap Gros y la possessió de Muleta, dificultad media, 6 km
  • Ruta 2: ruta circular por otra parte del Cap Gros, fácil, 6 km
  • Ruta 3: excursión por el otro lado de la bahía de Sóller, pasando por la Torre Picada, dificultad media, 6 km
  • Ruta 4: ascenso al Puig de Bàlitx, difícil, 10 km
  • Ruta 5: de Port de Sóller a Sóller, pasando por Fornalutx y Binibassí, dificultad moderada, 13 km
  • Ruta 6: excursión desde el Port de Sóller hasta Deià siguiendo el GR221 y pasando por Llucalcari, dificultad media, 15 km

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Historia

La presencia humana en el valle de Sóller se remonta al menos al año 4000 aC, como atestiguan yacimientos como el del Puig d’en Canals, en el mismo Port de Sóller

Reforzando la tesis de que los primeros pobladores de Mallorca se asentaron en la Sierra de Tramuntana.

Los pobladores pre talayóticos sufrieron la invasión de los talayóticos sobre el 1300 aC, y más tarde de los romanos

Numerosos restos cerámicos y la presencia de varios pecios en aguas muy cercanas al Port de Sóller confirman una intensa actividad comercial entre esta comarca y Roma.

Tras la caída del imperio romano se vivieron tiempos muy convulsos en todo el Mediterráneo, y las costas de Sóller no fueron la excepción

Los pobladores de estas tierras recurrieron a la piratería, y sufrieron a su vez las incursiones de piratas enemigos. 

Finalmente, en el siglo X Mallorca es conquistada por los musulmanes, y de este periodo procede el nombre de Sóller: Sûlyâr (valle de oro)

Los musulmanes trajeron del lejano oriente los cítricos, especialmente las naranjas de la variedad canoneta, muy apreciadas por su sabor dulce y que se adaptaron al microclima del valle de Sóller. Los musulmanes también construyeron los bancales y las infraestructuras hidráulicas tan típicas de esta parte de la Sierra de Tramuntana. Tras la conquista cristiana de 1229 el valle de Sóller pasó a manos de varios nobles catalanes: el conde de Ampurias y el vizconde de Bearn.

A partir del siglo XV se intensificó la piratería por parte de turcos y berberiscos.

Un episodio muy recordado, y origen de las fiestas tradicionales de Sóller, fue el ataque sufrido el 11 de mayo de 1561

Ese día 1600 piratas argelinos desembarcaron en el Port de Sóller para hacerse con todo el botín y los esclavos que pudiesen cargar en sus 22 embarcaciones. Lo que no sabían es que tras haber hecho aguada en Ibiza se había dado noticia a Palma del inminente ataque. Así, se pudo reunir un ejército de campesinos cristianos que hizo frente a los moros durante su saqueo, expulsándolos de la isla.

En otra incursión dos mujeres sollerenses mataron a tres piratas que trataban de saquear su casa

Este episodio, recordado como Ses Valentes Dones, también es rememorado en las fiestas locales. Estos hechos, y muchos otros similares, motivaron la construcción de un sistema de torres de vigía y defensa por toda la costa, del que formó parte la Torre Picada que custodiaba la entrada de la bahía de Sóller.

Desde comienzos del siglo XVIII se estableció una importante colonia francesa en Sóller, siendo muchos de sus miembros exiliados que huían de la Revolución Francesa

La presencia de estos adinerados inmigrantes empujó la economía local, y también contribuyó al carácter particular, e incluso al idioma, de los sollerenses. 

Ya en el siglo XIX Sóller sufrió una gran crisis económica por una plaga que en 1860 diezmó los naranjos del valle

Se produjo una gran emigración a Francia y al Caribe, pero el regreso de esos inmigrantes enriquecidos años más tarde motivó otro gran auge económico, también por el comercio con Francia. De hecho la comarca de Sóller fue uno de los primeros lugares de Mallorca en disponer de electricidad, con la construcción de una central hidroeléctrica en Sa Costera en 1908, y que estuvo en servicio hasta 1958, cuando la comarca se conectó a la red eléctrica del resto de la isla.

Hay que tener en cuenta que hasta la apertura del tren en 1912, y la carretera (ya en los años 20) el viaje desde Palma a Sóller en diligencia duraba dos días, pernoctando en un hostal situado cerca de donde se abre la boca del actual túnel.

La mejora de las comunicaciones, y su ubicación idónea para los trayectos marítimos con el continente, hicieron que en los años 20 floreciese una incipiente industria turística

La guerra civil interrumpió este progreso. Otra consecuencia fue el establecimiento de una base naval en el Port de Sóller en 1937, que albergó incluso submarinos.

Tras la guerra un nuevo empuje a la economía del valle de Sóller vino de la mano de la presencia de soldados americanos, destacados en la base aérea del Puig Major (con sus radares que vigilaban los cielos del Mediterráneo occidental), o en la base naval del Port de Sóller. No fueron pocas las muchachas sollerenses que se casaron con soldados americanos destacados en estas bases.

La presencia americana terminó al traspasarse ambas bases al ejército español, pero en estos años la economía local había virado definitivamente hacia el turismo

Pero a diferencia de otras zonas, el Port de Sóller ha logrado evitar la masificación y ha mantenido un alto nivel de calidad en su oferta hotelera y de restauración, y ha sabido atraer a un viajero más interesado en los valores naturales, paisajísticos y culturales que puede ofrecer el corazón de la Sierra de Tramuntana.

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