
Selva; el portal de la Sierra de Tramuntana
El tiempo en Selva
Descripción
Selva es una pequeña localidad de poco más de 2000 habitantes, la mayor del municipio del mismo nombre. Se halla en las estribaciones de la Sierra de Tramuntana, y frecuentemente se considera el portal a dicha sierra, ya que a partir de aquí comienzan las pendientes más fuertes.
Aunque no se halla en el corazón de la Tramuntana, el pueblo tiene las características típicas de los pueblos de montaña
Está construido sobre un cerro coronado por la iglesia parroquial, con las casas edificadas de forma escalonada a su alrededor. La estampa de Selva con la Sierra de Tramuntana al fondo es muy apreciada por los visitantes, que suelen detenerse en la carretera para inmortalizarla.
El ambiente del pueblo es tranquilo y apacible, como se puede apreciar paseando por sus calles, muchas de ellas empedradas, por lo que es un destino ideal para el viajero que busque esas cualidades
Pero al mismo tiempo cuenta con todos los servicios para disfrutar de una estancia cómoda (supermercado, tiendas, centro sanitario…), añadido a la comodidad de estar a sólo 2 km de Inca, que cuenta con conexiones con tren y autopista con el resto de Mallorca.
Cómo llegar a Selva
Selva tiene acceso cercano a autopista y ferrocarril (en Inca), por lo que las conexiones con el resto de Mallorca son muy sencillas.
Cómo llegar a Selva en coche
- Desde Palma sólo debemos tomar la autopista Ma-13 hasta Inca, y en la salida 25 sólo deberemos seguir las indicaciones hacia Lluc
- Desde el norte de Mallorca (Pollensa, Alcudia, Can Picafort) deberemos ir por carretera hasta enlazar con la autopista Ma-13, y podremos elegir abandonarla por la salida 30 ó 25, de nuevo siguiendo las indicaciones hacia Lluc
- Si nos hallamos en el levante de la isla (desde Cala Ratjada, al noreste, a Cala d’Or, más hacia el sur) lo más sencillo es dirigirse hacia Manacor. Desde allí tomaremos la Ma-15, y rápidamente seguiremos por la Ma-3320 las indicaciones hacia Inca. Allí ya encontraremos las indicaciones hacia Lluc, que nos conducirán hasta Selva
Cómo llegar a Selva en transporte público
Hasta Selva llega la línea interurbana 312, que la conecta con la estación de autobús y tren de Inca, y también con la parada de bus de Inca–Levante. Allí se puede enlazar con el resto de Mallorca.
- Desde Palma: línea 304, ó línea de ferrocarril T1
- Desde Alcudia y Can Picafort: línea 302
- Desde Can Picafort: línea 316
- Desde Pollensa: línea 301
- Desde el aeropuerto de Palma: línea exprés A32
- Desde Manacor: línea de ferrocarril T3
Cosas que ver en Selva
Como todo pueblo cargado de historia, Selva guarda algunas sorpresas para sus visitantes
Iglesia parroquial
La iglesia parroquial de Sant Llorenç, situada en la Plaza Mayor, es visible desde varios kilómetros de distancia, dado lo elevado de Selva sobre la llanura que la rodea
La iglesia original fue edificada poco después de la conquista cristiana de 1229, y en 1301 se decidió su ampliación. Sin embargo, las obras se prolongaron hasta el siglo XVI. En el XVII la iglesia se amplió con dos capillas, el campanario, y las escaleras de acceso. Un incendio causó graves daños en 1855, y la iglesia fue reparada siguiendo los planos de la ampliación del siglo XVII, que es la que ha llegado hasta nuestros días.
Museo del calzado
Selva, al igual que muchos pueblos vecinos, tuvo una potente industria de la piel, y especialmente del calzado
La marca Kollflex, que comenzó en un pequeño taller artesano para terminar en una gran fábrica, llegó a tener presencia en Europa, Asia y América. La tienda que aún mantiene en el pueblo alberga un Museo del Calzado donde se exponen piezas originales, algunas con casi 90 años de historia, así como herramientas artesanales y máquinas más modernas. De este modo se puede seguir tanto el proceso de creación de un zapato, desde el diseño hasta su fabricación final, como la evolución de las técnicas de fabricación.
Cruces de término
Las cruces de término son cruces, típicamente de piedra sobre un pedestal, de origen incierto pero milenario, que suelen marcar los límites entre términos municipales, la entrada a pueblos, o ciertas intersecciones
Estos monumentos llegaron a Mallorca con la conquista cristiana de 1229. En el pueblo de Selva hay tres: la de Sa plana (o de Can Costa), del siglo XVI ó XVII; la de Valella, de 1710; y la de Camarata, de 1907. Es un buen pasatiempo recorrer las calles del pueblo en busca de estas cruces.
Oratorio de Cristo Rey
Hasta 1925 la parroquia de Selva celebraba sus romerías de Semana Santa hasta la ermita de Santa Lucía, junto a la aldea de Mancor. Sin embargo, ese año Mancor de la Vall se constituyó en municipio independiente, y el rector de la parroquia de Selva impulsó la construcción de un nuevo oratorio dentro del término municipal, en lo alto del cerro de las Coves d’en Galileu. Su construcción finalizó en 1927. Sin embargo, movimientos de tierra por las voladuras y la maquinaria de la mina de carbón situada bajo el cerro causaron que el terreno cediese, derrumbándose casi toda la ermita, de la que sólo quedan en pie dos paredes (y que actualmente se halla vallada por el riesgo de más derrumbes).
Sin embargo, estas ruinas y el paraje en el que se hallan merecen la visita, por las magníficas vistas que ofrece sobre el Pla de Mallorca, que alcanzan hasta la bahía de Alcudia y las montañas de la Serra de Llevant
Se da la circunstancia de que en unas casas del camino de acceso a Cristo Rey (Son Penya) se ubicó una estación del telégrafo óptico que comunicaba Palma con Alcudia en los siglos XVIII y XIX, antes de instalarse el telégrafo eléctrico.
Cosas que hacer en Selva
Selva y sus alrededores son una buena muestra de que Mallorca es mucho más que sol y playa. Estas son algunas de las cosas que podemos hacer.
Paseos
El casco urbano de Selva está lleno de rincones sorprendentes: calles empedradas, casas con bucólicos patios abiertos, pequeñas plazoletas con bancos donde descansar y contemplar las vistas… Eso sí, hay que estar en forma, por la fuerte pendiente de algunas de esas calles.
Ciclismo
La mayoría de hoteles y restaurantes de Selva ofrecen espacios para los ciclistas, o tienen muy en cuenta sus gustos a la hora de elaborar sus cartas. Es por esto que se trata de un buen lugar desde donde comenzar nuestras rutas cicloturísticas. Eso sí, siendo un pueblo en las faldas de la montaña las rutas son muy exigentes.
- Ruta 1: ida y vuelta a Lluc, 32 km, difícil por el desnivel acumulado de más de 1000 m
- Ruta 2: espectacular ruta con ascenso al Puig de Massanella, 35 km, técnicamente difícil por los más de 1300 m de desnivel
- Ruta 3: exigente ruta de ida y vuelta hasta Sa Calobra, 65 km, difícil, con más de 1600 m de desnivel acumulado
Excursiones
Los aficionados al senderismo también pueden disfrutar del entorno de Selva. La mayor parte de caminos están asfaltados pero no hay un tráfico excesivo que estropee la experiencia.
- Ruta 1: ida y vuelta a Moscari, 10 km, fácil
- Ruta 2: ida y vuelta hasta Mancor, pasando por la ermita de Cristo Rey, 8 km, fácil
- Ruta 3: ruta circular hasta Caimari con ascenso al Puig de Sa creu, 9 km, difícil por el tramo final de subida al cerro
- Ruta 4: ruta larga pero fácil que recorre casi todo el municipio, llegando también a Cristo Rey y Mancor, 20 km, fácil
Añadir también que por Selva transcurre parte de la ruta GR 222, que comienza en Artá y termina en Lluc, en concreto el tramo entre Inca y Caimari.
Alojamiento
A pesar de ser un pueblo pequeño, Selva cuenta con una interesante oferta de hoteles de interior. Además de esta pequeña selección, hay una buena oferta adicional de casas de alquiler vacacional, villas y fincas rústicas.
Son Arnau
Este pequeño hotel situado en el límite norte del pueblo, junto al antiguo camino de Lluc, ofrece sobre todo tranquilidad, excelentes vistas a la Sierra de Tramuntana, y un excelente servicio a sus clientes
Se halla ubicado en un edificio señorial del siglo XVIII completamente modernizado, pero manteniendo los elementos arquitectónicos característicos de la arquitectura de la Sierra de Tramuntana: macizas paredes de piedra, amplios volúmenes y vigas de madera.
Dispone de piscina exterior, salón comedor donde se sirve el desayuno y donde además se ofrece cena tres días a la semana, parking propio para clientes, y almacén para guardar bicicletas, incluyendo una zona de lavado. También ayudan a organizar diferentes actividades deportivas y de ocio.
Can Cota / Sa Bisbal
Se trata de dos establecimientos bajo la misma gestión, situados uno frente al otro en pleno corazón de Selva, junto a la iglesia. Sa Bisbal fue una antigua mansión nobiliaria del siglo XVII, mientras que Can Cota fue una casa señorial del siglo XIX
Ambos inmuebles han sido totalmente modernizados, ofreciendo todo el confort necesario para disfrutar de una gran estancia. Dispone de dos piscinas exteriores, bar, tranquilos jardines, garaje para bicicletas, pista de squash y centro de wellness. Entre los servicios adicionales que ofrece podemos encontrar masajes y tratamientos de belleza, clases de yoga, organización de actividades lúdicas o deportivas, y servicio de traslados hacia y desde el aeropuerto.
Àngels Boutique
Este pequeño hotel de interior se halla muy cerca del centro del pueblo. Se trata de una casa totalmente restaurada y modernizada hace muy pocos años, pero conservando muchos elementos arquitectónicos típicos, como paredes de piedra y vigas de madera
La decoración es minimalista pero elegante, y el entorno es muy tranquilo. Destaca también el trato del personal. Dispone de una pequeña piscina, y podemos contratar algunos servicios de masaje y belleza, así como la organización de actividades lúdicas o deportivas (alquiler de bicicletas, rutas senderistas guiadas, etc.).
Son Gris
EsteEste hotel rural de muy reciente apertura se ubica en una antigua casa solariega del siglo XIX situada cerca del límite del pueblo
Está a muy pocos metros de la parada de autobús, y a sólo 30 m hay disponible un negocio de alquiler y reparación de bicicletas. El propio hotel cuenta con un garaje para las mismas, por lo que resulta ideal para cicloturistas.
Las habitaciones son cómodas, elegantemente decoradas, y con baños grandes. Dispone de una terraza exterior donde se puede desayunar mientras se disfruta de las vistas de los campos de almendros y naranjos. Nos pueden organizar rutas senderistas y cicloturísticas, y también ofrece servicio de traslado hacia y desde el aeropuerto.
Historia
El poblamiento de la zona de Selva se remonta a la prehistoria, como atestiguan los restos talayóticos de Ses Coves den Galileu (junto al actual oratorio de Cristo Rey), Son Canals o Sa Torrentera, por citar sólo los más importantes de los que ha llegado algún vestigio
Sin embargo, el poblamiento histórico no está documentado hasta la conquista cristiana, donde en el Llibre del Repartiment (de 1232) se menciona la alquería de Xilvar.
El nombre podría proceder de la arabización de la palabra latina “silva” (bosque), o de un nombre prerromano, Sèlver. Incluso se ha postulado que podría proceder del protoindoeuropeo “h₂r̥ǵn̥tóm”, que evolucionaría por ejemplo al “silver” inglés.
A partir del 1300, con la concesión del título de villa y la planificación de la futura iglesia parroquial, Selva se convierte definitivamente en cabeza de su comarca
A diferencia de las poblaciones costeras, no vivió la amenaza de piratas y corsarios, pero en cambio sí vivió distintos alzamientos campesinos, y más tarde sufrió el azote del bandolerismo a lo largo del siglo XVII. Las familias nobiliarias de Mallorca se dividieron en dos bandos a finales del siglo XVI a raíz de un duelo: Canamunts y Canavalls.
En Selva tuvo su base de operaciones una banda llamada “sa colla de Selva”, a sueldo del bando de los Canamunts. Uno de sus miembros, Antoni Gibert, alias Treufoc (escupefuego) fue el asesino del oyente de la Real Audiencia de Mallorca, Jaume Joan de Berga. Este asesinato tuvo tal relevancia que cuatro siglos después aún existe el refrán “¿qué tengo que ver yo con la muerte de Berga?”.
Ya entrado el siglo XX el pueblo de Selva, al igual que otros pueblos vecinos, se introdujo en la fabricación de productos de piel, en particular zapatos, tanto en pequeños talleres artesanales como luego a nivel industrial. Hasta comienzos del siglo XXXI sus productos se exportaban a medio mundo, hasta sufrir el impacto de la crisis global.
En los últimos 10 años parte de la economía local ha virado hacia la explotación turística de sus principales atractivos: la tranquilidad de la vida pueblerina, el entorno natural privilegiado, y al mismo tiempo la rápida conexión con el resto de Mallorca.